Los niños y niñas son notablemente resistentes. Aquí hay tres formas en que el juego los ayuda a perfeccionar sus habilidades sociales y emocionales, preparándolos para enfrentar muchos desafíos de la vida.
Desarrollan confianza tomando el control. El juego pone a los niños y niñas en el asiento del conductor, para que puedan opinar sobre lo que representa para ellos estar sentados ahí. Esto les brindará a futuro confianza, jueguen lo que jueguen.
El juego de fantasía es la preparación perfecta para la vida real. El juego de simulación es una práctica útil para las cosas difíciles que enfrentan, como comenzar la escuela o ir al hospital. La forma en que responden cuando su osito está enfermo, dice mucho sobre sus preocupaciones y expectativas.
Cuando los niños juegan, se preocupan menos. Ir al hospital puede hacer que cualquiera se sienta ansioso. Por ejemplo, decirle a los niños o niñas que se queden quiet@s dentro de un escáner de resonancia magnética durante un largo período es complicado; pero jugar antes de la exploración les da tiempo para hacer preguntas.